Entre las páginas de un libro, a cuyo autor acuso de genio, nací ya hecho.
Me otorgó media vida plácida, entre amigos y libros, y en mi hacienda.
Como un cautivo, de sí mismo, me arrebató la cordura y me prestó otra vida: la esculpió con sangre y tinta.
De un escudero me hizo el amo,
queriendo verme salir ileso,
o para alimentar su sueño,
más le otorgó poco seso.
Gran potencia la de mi dueño, que me unció cabal,
me armó de loco enamorado y me abandonó, al futuro, inmortal
Saludos desde la Enterprise.
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2 comentarios:
¿Qué sería Todo sin los locos...?
Loco inmortal Don Quijote...
Inmortal alocado Cervantes...
...de inmortales locos está lleno el mundo: tan anónimos como Quijote y tan geniales como Cervantes...
Saludos moscugaéticos.
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