25 abr 2009

La Patrulla Perdida

Creo que tengo que aclarar el post anterior. Quizá el contenido resulta algo oscuro, no obstante el estilo solo pretende recrear el ambiente de un momento determinado con la síntesis que introduce la distancia.







Aunque pueda parecer lo contrario soy propensa al optimismo. Vivo el día a día atenta y abierta a novedades; y en lugar de convocar esperanzas alimento sueños que, pensándolo bien, es casi lo mismo que cosechar lo primero, puesto que consiste en mantener la ilusión, la confianza o tener perspectivas.

Quizá tengo un modo particular de concebir “la Esperanza”, pues implica un gran deseo que, lo más seguro, no alcanzaré a ver porque la vida es limitada; así, cuando algo es casi imposible que suceda o todo parece perdido se recurre a ella. No soy amiga de la expresión "lo último que se pierde es la esperanza", ya que encuentro matices de resignación con situaciones que no dependen de nosotros. Por este motivo siempre hablo de Sueños. Los sueños suelen cumplirse casi siempre, si nos aplicamos en ellos. No obstante, no niego que una esperanza puede entrañar un sueño de que algo suceda acorde con un deseo.

Mi relato “Todos lo ayeres de hoy” está basado en una época de mi vida de hace veintisiete años. Es un retal muy valioso para mí, pues fue un momento crucial en el que decidí lo que iba a hacer el resto de mi vida. Creo que es buen motivo para tenerlo presente y lo hago sin esfuerzo y sin dolor.
En el relato vengo a decir que somos producto de lo que hemos ido siendo en el pasado que nos precede. Cada acontecimiento de la vida nos ha ido educando con nuestra asistencia y colaboración: familia, colegio, amigos, alegrías, sorpresas, fracasos, todos los acontecimientos diarios, hasta los más insignificantes, en los que inevitablemente hemos estado presentes, y nos han afectado directa o indirectamente. Nuestra actualidad es heredera de lo testigos que hemos sido en los acontecimientos y de nuestras actuaciones sobre ellos.
En los años ochenta caí en “desgracia” y me encontré en Madrid con una mano delante y otra detrás. Fue una época de transición política y de cambios sociales muy fuertes. De repente se producía una apertura bestial que empezaba a calar en las mentalidades. Antes del año 75 no se puede decir que la gente fuera feliz, aunque algunos o muchos así lo afirmasen. Pienso que la represión solo satisface a los brutos, a los necios y a los deshonestos. Los años que siguieron fueron lentos y unas mentes se abrieron con más rapidez que otras, no obstante, creo recordar que no hubo conflictos y la famosa transición, según se oye decir, fue ejemplar. En medio de esta “convulsión”, a los jóvenes se nos apremiaba a aceptar de una vez nuestras responsabilidades para afrontar el futuro, sin olvidar que yo soy mujer y esto todavía marcaba diferencias.
Ahora, cuando reflexiono sobre aquello, comprendo la dificultad que entraña protagonizar un cambio de esa magnitud, y que el privilegio quizá se halla en presenciarlo desde fuera. El tránsito fue muy duro y para muchos, como fue mi caso, significó el destierro. Mi histórica rebeldía al fin estaba recibiendo un castigo. Además tuve que afrontar un destierro dentro de mí misma y durante algún tiempo quedé a merced de la confusión y de la costumbre: mantenía ciertos hábitos, aunque sin el auxilio de las tradiciones. Llegué a creer que el estado de confusión en el que me encontrada sumida sería para siempre. Por aquella época no dominaba la incertidumbre y lo que más deseaba era que el mundo me resultase familiar. Pasé soledad y también hambre.
Los libros fueron mis mejores aliados y, en muchos casos, mi único alimento.
El Rastro. Era un refugio. Allí encontré muchas joyas de mi actual biblioteca. La anécdota del domingo que salí a caminar es verídica; pero la realidad es que lo hacía todos los domingos, incluso muchos días laborables alrededor de las cinco de la tarde.
Es cierto que aquel domingo, en un portalucho de mala muerte, esperaban apilados cientos de libros viejos, rotos o antiguos. Y también que me acerqué a la pila de los más amarillentos y estropeados y cogí uno al azar. Era un tratado de Física Elemental. En principio no me interesaba demasiado y no esperaba gran cosa de él. No obstante, la curiosidad por su formato me llevó a ojearlo y lo abrí por cualquier parte. Encontré una palabra que adquirió a partir de entonces un significado nuevo: Inercia. Ahí estaba la Primera Ley de Newton, que me hablaba de la capacidad de los cuerpos a permanecer en su estado de movimiento o de reposo, porque ofrecen una dificultad (resistencia), y al aplicarse una fuerza ese estado cambia.
Esta Ley me dio una clave fundamental, que ha sido útil para el resto de mi vida. Estaba sumida en un estado de inercia constante y tendría que hacer algo para cambiarlo. A partir de aquel instante todo fue diferente; creció mi afición por las disciplinas de ciencia, por la Física en concreto. Esta afición me proporcionó el aprobar una oposición que me permitió trabajar en lugares inspiradores e idílicos, donde mi carácter comenzó a reconfigurarse -a reeducarse- con nuevas concepciones sobre el mundo y sobre la naturaleza humana.
La Física me ha enseñado a soñar. Yo soñaba antes, pero a partir de Newton empecé a hacerlo de otra forma, con fundamento. La Física me condujo rápidamente a la Filosofía. En ambos campos encontré las posibilidades de un Cómo y un Porqué, respectivamente, que no tenían que ser definitivos o incuestionables. Mi trabajo me permitió dedicarme a ello. Gracias Newton.
Lo de la nave espacial es una idea que alimento desde pequeña, gracias a Kirk y al Sr. Spok. Puede que por la época arcaica en la que siento que me ha tocado vivir, y por la mentalidad que tengo, sueño con un futuro distinto al que parece orientarse este presente que vivimos. Bien es verdad que deseo (como todos) un mundo sin conflictos, sin intrigas y sin intereses particularistas. Sueño con un mundo en el que la cultura, el conocimiento, la ciencia y los beneficios de la técnica estén al alcance de todos los habitantes de este planeta; como afirma Eudald Carbonell, quizá entonces “podremos alcanzar la humanización plena de nuestra especie”. Esta idea es mi nave espacial, la Enterprise particular en la que navego por la vida, como uno más de esta gran Patrulla Perdida.


La fotografía me ha llegado por correo electrónico.

18 comentarios:

MARU dijo...

Querida Hipatia. Somos ijas de los mismos tiempos. Quiás yo sea un poco mayor que tu.
Pero eso importa poco.
Dices:
"que somos producto de lo que hemos ido siendo en el pasado que nos precede", sintetizando otras consideraciones.
Estoy totalmente de acuerdo.
Pero, para muchos eso es una excusa para el inmovilismo, para la pasividad, para la culpabilización de lo ajeno.
Y yo creo, como tu, que eso simplememte es, para a la hora de enfrentarnos a nuestras inconformidades a nuestras insatisfacciones emocionales, afectivas e intelectuales, tomarlo como punto de referencia e inflexión, para desde ahí, hacer un cambio en nuestro interior y nuestras vidas.
Ya sabemos que es lo que no nos hace felices, lo que no nos sirve.
Hagamos desde ahí una introspección y busquemos lo que si queremos, que la mayoria de las veces, es ajeno a lo que tenemos en nuestro entorno.
Pero no es fácil y hay que tener valentia
Pero vale la pena.
De lo contrario, nunca alcanzaremos la paz interior.
Yo siempredigo que un dia entre otras cosas, tomé la resolución de ser optimista y feliz por decisión propia.
Fué f´´acil?
No.
Pero lo he conseguido.
Y, mirar atrás sin que esto nos haga daño....
Si, así debe ser, ese atrás es lo que hoy nos permite ser felices, por lo tanto hay que mirarlo sin ira...
Me he identificado mucho con tu escrito, amiga.
Un beso

MARU dijo...

Perdón, quise decir Somos hijas...

Fer dijo...

Gracias por el comentario. Es abierto.

De entre varios canones de belleza, uno no lo es, sino que es un morse antiguo y de mamíferos: los ojos. La mirada en lo ojos, su vida y su lenguaje, pueden mostrar la belleza que tiene una persona.

Más difícil todavía es el tacto, el tono, el ritmo, o la profundidad desde la que una persona habla. Y esto has hecho. No se puede confundir. Es bello, y a lo mejor ni te has dado cuenta.

¿Si fuera que las vivencias, la educación, el roce familiar vital en los primeros años, conformase una actitud que está presente en toda la persona en su fondo, durante la vida?

Coincido con Only, basta un segundo para ver a alguien. Y a mí, me agrada calurosamente escuchar una voz grande (y ya he escuchado otras, tengo suerte).

Besos con mucho aprecio y cariño. Te acabas de encontrar de una pedrada, un admirador y un amigo.

Only dijo...

Yo te envío también muchos besos con aprecio y cariño, como Gugu (we are brothers ).(Por cierto, creo que le ha traicionado la mente..jeje, porque me ha nombrado cuando no había dicho yo ni pío..:)

Ha sido un placer leer esta entrada, dan ganas de darte un abrazo "apretao" . Gracias por brindarnos la oportunidad de leerte y por abrir siempre "ventanitas" en la mente cuando una pasa por aquí...
Eres un sol.

Un beso, Hipati!

Rubentxo dijo...

Genial poder acceder de esta manera tan hermosa a una parte de tu biografía. De todo se aprende (eso me lo decía siempre mi abuela).
Besos, maja.

Carlos dijo...

He leído los dos posts y primero agradecerte por mostrarnos más de esa Hipatia real.
Ahora entiendo muchos posts tuyos y aficiones temáticas históricas, culturales, geográficas y futuristas.

Coincido contigo en que algo debe motivarnos para movernos de nuestra inercia, tu descubriste tu motivación en su momento. Yo apenas doy movimientos pequeños y aleatorios cual pesado péndulo, pero en fin, voy despertando de mi inercia.

No cabe duda que el sabernos finitos, mortales, aceptar eso, ayuda a buscar un horizonte, pero no deja de ocasionarme nostalgia por lo que no alcanzaré a ver ni experimentar en cuanto a avances científicos, médicos y humanos de los que me gustaría ser parte.
De todas formas, creo que hemos tenido la suerte de vivir en una gran época, de despegue, a pesar de sus limitaciones y transiciones.

Gracias Mar por este maravilloso post, y por tu apertura con tus lectores.

Otra vez, gracias!

MARU dijo...

Querida Hipatía, mira a ver si encuentras sitio para aterrizar, cerca del Aeropuerto de San Pablo, en Sevilla.
Pásate por mi blog y ven a ver la Feria de Abril de Sevilla.
Tomaremos unas copas de vino blanco manzanilla, bien frio, unas tapitas, y bailaremos unas sevillanas.
Un beso grande.

Anónimo dijo...

tienes que leer el 'Manifiesto Estelar'... Te va a gustar...
Un abrazo, Hipa!

Mateo Bellido dijo...

Hola, Hipatia.
Decía mi admirado A. Monterroso:
"Sólo se cumple lo que no se ha soñado". Pero, leyéndote, me voy a pensar esa máxima y voy a seguir tu consejo. Desde luego yo estoy en total acuerdo contigo: Hay que perseguir los sueños, con tener esperanzas no basta.
He leído, como siempre, varias veces tu texto, y coincido con Carlos y Rubentxo: nos agrada aprender de ti.
Un fuerte abrazo.

Homeronica dijo...

Me parece extraordinario que te abras de esa manera tan soñadoramente realista. Yo también pertenezco a una época de compromiso; de luchar por la libertad y muchos de mis compañeros murieron por eso; mi generación es de compromiso militante. Botamos a Somoza y sentamos las bases del futuro de Nicaragua. Desde hace algún tiempo dejé los protagonismos y ahora solo me dedico a compartir con mis alumnos y amigos blogueros en mis ratos libres. Un abrazo Hipatía desde Nicaragua. Esa enterprise es posible y yo también me apunto a ella. H.

bea dijo...

Guapa!!! ya estoy por aquí, que ya me vale, te perdí la pista con tanta remodelación en lda y tanto lío, pero prometo seguir viniendo de ahora en adelante.

Me está pasando lo mismo que te pasó a ti. Hubo un momento que me di cuenta que simplemente me dejaba llevar por el mundo en general, sin sacar nada de provecho. y entonces fue cuando descubrí la física. siempre me gustó la ciencia, pero no sé por qué la física no me entraba por los ojos. pero de repente, no sé por qué.... puede que la cuántica tenga algo de especial, y desde entonces ando por la vida más agusto, no sabría explicarlo, reconozco que has descrito lo que yo siento.

oye, y vuelve por lda! pleaseeeeeee. besotessss

Ana Tapadas dijo...

Querida Hipatia:
Obrigada pela tua visita e pelo teu post que nos mostra um pouco de quem és!
Espero que os teus exames andem bem.
Também eu ando muito atarefada e o tempo escasseia...mas ainda há o necessário para te deixar um beijinho

JUANAN URKIJO dijo...

Me alegro muchísimo por haber llegado hasta tu Enterprise en un momento como éste, en el que has dejado un buen retal de tu existencia, para disfrute de quienes te seguimos. Leerte, ha sido un auténtico placer; conocerte algo más, un lujo marujo. Gracias por desnudarte un poco y dejarnos entreverte, porque es una satisfacción Hipatia.
Entre otras cosas que comentas, me he quedado con una frase: "somos producto de lo que hemos ido siendo en el pasado que nos precede." Me ha recordado, por su similitud intencional, a una idea que vengo manteniendo desde hace años y que llegué a sintetizar en una sola frase, con sabor de sentencia:
"El destino es la consecuencia de nuestro pasado, que nos sigue por delante".

Un abrazo, amiga.

Vergónides de Coock dijo...

La física como filosofía primera también es responsable de mis sueños con fundamento. Suerte.

PIZARR dijo...

Hola Hipatía, a menudo he visitado tu casa en silencio, desde que la descubrí de la mano de Dédalus, sin embargo hoy no puedo permanecer en silencio, porque son tantas las cosas propias que reconozco en ti, que he necesitado escribirte.

Ya leyendo tu primera entrada me ha acompañado esa sensación de proximidad vital, sin embargo al comentar que aclarabas el contenido de la anterior y dirigirme a ella, la sensación se ha convertido en certeza de que verdaderamente nuestras vidas a menudo son menos diferentes a las de los demás de lo que pensamos.

Yo también en los 80 me encontré en Madrid, de manera provisional, en medio de ese brutal cambio que se nos había regalado de pronto, que nos permitía empezar a movernos y a disfrutar de la libertad.

Y fue estando allí y recorriendo más de una vez el rastro y la famosa cuesta de los libros cuando se fraguó en mi interior la idea clara y precisa de lo que quería hacer.

Me llevó años, pero lo hice y conseguí mi sueño. Hoy disfruto de un trabajo que me apasiona y me permite vivir cómodamente, al que pude acceder gracias a aquella decisión.

Y estoy contigo cuando prefieres los sueños a las esperanzas, por algo el título de mi blog y por algo esta vida mía tan llena de sueños.

Por cierto, me encanta esa idea tuya sobre la Enterprise particular en la que navegas por la vida.

Un placer recorrer tus blogs

Un saludo desde Bilbao

leo dijo...

Me han enganchado tus palabras sinceras. Y lo que dices de la Física.
Te mando un saludo cariñoso.

Ana Tapadas dijo...

Passo para deixar um beijinho!
Boas viagens!

MARU dijo...

Querida Hipatia, tengo para ti, tres premios en mi blog.
Me encantaria que aceptaras, porque
me gusta mucho lo que escribes, (aunque me gustaria que lo hicieras más amenudo jajaja).
Un besito grande.