
El ser humano lleva años buscando vida extraterrestre, o soñando con encontrar seres inteligentes humanoides con quienes comunicarse, intercambiar inpresiones o tecnología. Supongo que habrá una parte de curiosidad y otra de no se me ocurré qué. Cuando nos los pintan como vistantes de nuestro planeta, siempre son mucho más avanzados que nosotros; lógico, puesto que han podido llegar hasta la Tierra.
Sin embargo, no hace falta ir tan lejos para conocer a otra especie diferente -humana, para más señas- que, en un momento muy largo de la historia, ha sido contemporánea nuestra: Neandertal (Homo Sapiens Neandertalensis). Siempre estuvieron junto a nosotros.
Sin embargo, no hace falta ir tan lejos para conocer a otra especie diferente -humana, para más señas- que, en un momento muy largo de la historia, ha sido contemporánea nuestra: Neandertal (Homo Sapiens Neandertalensis). Siempre estuvieron junto a nosotros.
Años atrás se los calificó casi como bestias, por esa maldita constumbre humana de comparar todo y a todos con un patrón estándar. Habría que ver el estado de desarrollo que tenía Homo Sapiens a secas, hace entre 200.000 y 28.000 años. (A juzgar por lo traviesos que somos ahora, imagino que éramos unos impresentables).
Nuestro hermano Neandertal no vivió lo suficiente para demostrarnos su inteligencia, su mundo simbólico o sus capacidades abstractas. Ahora, su rastro -un tesoro- lo pone a nuestro lado en tiempo, espacio y dignidad. Ya no es una especie desprestigiada. Hoy es una especie apreciada y especialmente mimada por los arqueólogos.
Traigo aquí un reportaje fotográfico precioso del País Semanal.
Traigo aquí un reportaje fotográfico precioso del País Semanal.
Dejo también el enlace a un artículo muy bueno (País Semanal) que, aunque es un poco largo, a los más interesados en el tema les podría gustar. (También estoy pensando en aquellos a los que se les escapó el artículo, como me pasó a mí; tiene fecha de del 13 de abril y me enteré varios días después).
Artículo
Saludos estelares.