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LA MÚSICA
En la noche tranquila
eres agua, melodía pura,
que tiene frescas -como nardos
en un vaso insondable- las estrellas.
Juan Ramón Jiménez
( Piedra y Cielo, 1917-1918)
Don Juan Ramón tenía sus rarezas; tal es así que cuando Zenobia Camprubí, su mujer, recibía en casa a otros poetas de la Generación del 27, que iban a buscarlo, si no le apetecía ver a nadie, él pasaba por delante de la puerta abierta portando un biombo tras el que se escondía para evitar ser visto.
4 comentarios:
Hola, Hipatía, cuánto tiempo sin saber de vos. De verdad, me alegra mucho que pases por mi blog y dejes un comentario, me ha recordado ya viejos y gloriosos tiempos en Libro de Arena(aunque solo haya pasado año y medio).
Gracias, y espero que te vaya todo bien la vida, allí en tu retiro "galáctico".
Un beso.
Siempre me sorprendes, Hipatia.
Sabes perfectamente que, para los que tenemos esa conciencia de principiante, la sorpresa es algo habitual. Sin embargo, que las sorpresas siempre sean agradables no es tan habitual.
Es eso, sorprendente.
Siempre que me contabas esta enécdota me hacía mucha gracia imaginándome el "biombo andante". Es como cuando los niños pequeños se tapan los ojos y creen que no los ves :D
Un besazo
Gala
Impresionante la foto.Curioso Don Juan Ramòn,y una que es tìmida,lo entiendo.Un beso
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