Desde hace unos días ando enredada entre un revoltijo de recuerdos que salen y entran sin llamar, y creo necesario atenderlos a todos. Lógicamente, los recuerdos me llegan del brazo de alguna conclusión que quedó archivada con ellos. Mal llamada conclusión, mejor digo idea. Conclusión me sugiere "cerrado", "terminado". Al hablar sobre el pasado solemos decir, “entonces llegué a la conclusión...". Pues, no. Prefiero ésto: “ entonces me hice la idea...".
Me gusta la palabra idea; implica cambio y es bonita por fuera y por dentro.
Un día, hace algún tiempo, cuando empezó a cobrar nueva fuerza la teoría de las cuerdas, súpercuerdas y todo ese asunto de las dimensiones extras, se me ocurrió que el pensamiento bien podía ser una nueva dimensión. Seguro que ya lo había pensado alguien y no fue nada original, pero no tengo acceso a todos los artículos y libros publicados ni tengo tiempo. Probablemente, ni falta que me hace. Se me ocurrió en un momento determinado, me quedé más a gusto que el Tato y punto. Bien, pues, hoy, buscando una cita para mi otro blog he recurrido a Karl Popper, uno de mis padres espirituales, y me lo he encontrado hablando del lenguaje como de “una nueva dimensión”. Me ha sorprendido. Hasta hace un instante yo veía el lenguaje como un vehículo gracias al cual transita el pensamiento por nuestro interior y es impulsado al exterior, ya que nos permite comprender, redondear y exponer nuestras ideas.
A partir de ahora tendré que reconsiderar mis concepciones para encontrar una forma de incorporar esta idea de Popper a mi mundo. Menúdo invento el lenguaje.
Un día, hace algún tiempo, cuando empezó a cobrar nueva fuerza la teoría de las cuerdas, súpercuerdas y todo ese asunto de las dimensiones extras, se me ocurrió que el pensamiento bien podía ser una nueva dimensión. Seguro que ya lo había pensado alguien y no fue nada original, pero no tengo acceso a todos los artículos y libros publicados ni tengo tiempo. Probablemente, ni falta que me hace. Se me ocurrió en un momento determinado, me quedé más a gusto que el Tato y punto. Bien, pues, hoy, buscando una cita para mi otro blog he recurrido a Karl Popper, uno de mis padres espirituales, y me lo he encontrado hablando del lenguaje como de “una nueva dimensión”. Me ha sorprendido. Hasta hace un instante yo veía el lenguaje como un vehículo gracias al cual transita el pensamiento por nuestro interior y es impulsado al exterior, ya que nos permite comprender, redondear y exponer nuestras ideas.
A partir de ahora tendré que reconsiderar mis concepciones para encontrar una forma de incorporar esta idea de Popper a mi mundo. Menúdo invento el lenguaje.
En fin. Seguramente, somos alcanzados solo por unas pocas ideas a lo largo de nuestra vida, esas que nos acoplan como un guante y entonces creemos que son (nuestra) verdad. Este pequeño repertorio de ideas es la base de nuestro espíritu particular.
A menudo compruebo que, mientras van pasando los años, ellas, las mismas ideas siempre, aumentan con la experiencia o como fruto de la casualidad; porque actúan como enseñanzas que ganan solera con el tiempo al ir agregando nuevas sugerencias y puntos de aplicación, simplemente para seguir creciendo.
Imagen: Google Imágenes.
Popper habla del lenguaje y de más cosas en el "Porvenir está abierto". Metatemas 28
8 comentarios:
El lenguaje como una tercera dimensión... Es una cuestión sobre la que pensar.
Por otra parte, he leído tu post anterior y quiero expresarte mi solidaridad. Perder a personas a las que queremos nos empobrece un poco y nos deja más solos. Sin embargo, también en el recuerdo crecen y nos hacen crecer. Un beso.
A mí me gusta dejar siempre las puertas abiertas..o mejor dicho, las ideas abiertas. Todo lo que puedo.Es una de mis máximas, siempre.
Pero reconozco que también hay que "concluir", llegar a "cerrar"...me parece necesario,y sano.
No conozco la teoría de Popper de la que hablas, pero me parece muy atractiva. Ojalá encuentre un momento para indagar un poco...
De todas formas, tienes un don para poner sobre el tapete temas interesantes, Hipatia. Es una gozada leerte.
Un abrazo especial en e stos días, cuídate!
Algo he leído de Popper, también lo considero padre intelectual mío, pero no recuerdo esa teoría. Sí sé que para Foucault el lenguaje era el espacio en el que nos afirmamos. Me dejas pensando, eso me gusta.
Saludos.
Jo Hipatia, si vieras la de vueltas y vueltas sobre ese tema...
Mira qué casualidad, Moony, escribió sobre el sonido, si puedes échale una mirada a esto:
http://locuras-mooy.blogspot.com/
Besos
hipatia: la materia nace de la palabra, no es el lenguaje un invento, el lenguaje es previo al mundo, la palabra es más real que el mundo
un beso
s
A mí el lenguaje me hace sentir incómodo, porque muy a menudo me encuentro con pensamientos para los que no hay palabras inventadas. Entonces, al intentar expresarlos, tengo que encasillarlos en algo que no son, con una explicación imprecisa.
Lo que hace la gente es adaptar sus pensamientos y sentimientos para poderlos expresar con palabras, pero a mí me parece bastante sórdido.
Para mí casi sería más cómodo volver a la libre interpretación del gruñido. Así uno se desentiende.
Realmente no e leído nada de Popper, pero nunca es tarde, así como las ideas se cuecen permanentemente, camina nuestra mente en busca de renuevos, así nuestras almas también aciertan a encontrar otras sedientas de amor y paz.
Feliz navidad
"Seguramente, somos alcanzados solo por unas pocas ideas a lo largo de nuestra vida, esas que nos acoplan como un guante y entonces creemos que son (nuestra) verdad."
Por eso, hay gente a la que cuando se le arrebata las ideas le arrebatan parte del alma... Y de ahí que hayan personas que sufren crisis de indentidad y necesitan "reencontrarse"... No obstante, las ideas que nos componen como [i]personas [/i] suelen ser las que nos formamos a raiz de interactuar con otras entidades pensantes y defender nuestras ideas ante ellas... o adquirir las partes de sus ideas que más nos convencen.
Feliz anno, Hipatia.
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