El caso es navegar. Desde ayer por la mañana estoy con un ataque de ciática; me dio cargando la lavadora, o sea, estando de maniobras domésticas. Aquí podría aplicar la frase favorita de mi madre -si no fumaras-, cuando un par de veces en mi vida me ha sorprendido el crack de espalda agachándome para recoger un cigarrillo del suelo. Ahora podría decir lo que nunca va a decir, si no pusieras lavadoras... Pero... cuando pongo lavadoras no pienso y cuando pienso sí fumo.
Digo lo de navegar, porque hoy lo estoy haciendo de forma distinta: sentada en el sillón de ruedas del despacho, lo voy moviendo impulsándome con una muleta contra el suelo, como si ésta fuera un remo. Así voy recorriendo la habitación para llegar hasta la librería, a la mesa del té, ante el ordenador y hasta pocos más sitios porque las escaleras de la casa son inaccesibles con este medio de locomoción. De modo que tengo vetados el jardín -hoy lluvioso, quizá no interesa-, la cocina y la biblioteca, que no son poco.
Ante la dificultad de manejar libros pesados hoy me he decantado por la Web sin ningún cargo de conciencia. Nunca leo la prensa, nunca veo noticias, desde hace más de quince años. Me parecen terroríficas, me recuerdan a una publicación que leía mi abuela, El Caso. Pero de poco sirve no hacer nunca esto o lo otro, porque no falta quien lo deje ante tu puerta en forma de malas nuevas o bien durante un oficio que es de todos, el de de vivir.
Disculpad que hoy no me levante, me duele la espalda.
Digo lo de navegar, porque hoy lo estoy haciendo de forma distinta: sentada en el sillón de ruedas del despacho, lo voy moviendo impulsándome con una muleta contra el suelo, como si ésta fuera un remo. Así voy recorriendo la habitación para llegar hasta la librería, a la mesa del té, ante el ordenador y hasta pocos más sitios porque las escaleras de la casa son inaccesibles con este medio de locomoción. De modo que tengo vetados el jardín -hoy lluvioso, quizá no interesa-, la cocina y la biblioteca, que no son poco.
Ante la dificultad de manejar libros pesados hoy me he decantado por la Web sin ningún cargo de conciencia. Nunca leo la prensa, nunca veo noticias, desde hace más de quince años. Me parecen terroríficas, me recuerdan a una publicación que leía mi abuela, El Caso. Pero de poco sirve no hacer nunca esto o lo otro, porque no falta quien lo deje ante tu puerta en forma de malas nuevas o bien durante un oficio que es de todos, el de de vivir.
Disculpad que hoy no me levante, me duele la espalda.
Esta mañana -como hago siempre- he visitado La Aldea Irreductible, (http://aldea-irreductible.blogspot.com/) un blog del que soy asidua, que me encanta. En su penúltima publicación he encontrado la idea de lo que no se lleva a cabo aunque sea necesario "porque que no interesa". El artículo está dedicado a las energías alternativas y deja abierta una respuesta a los comentarios de los lectores.
Me quedo pensando en que “lo que no interesa” aparece en muchos campos de la vida, como la farmacéutica, la política, la justicia, la empresa, la ideología... etc. A mí el "no interesa" que más me desgarra es cuando afecta al individuo, ése ejemplar único de humano, tan especial y tan olvidado, el que está afectado y de qué manera está afectado. Todos somos iguales en términos universales, esto no se puede negar ni olvidar; y si hay algo diferente en nosotros, único, es gracias a la diversidad. Pienso que cada individuo que cuenta “su historia” lo hace de una forma única, y su recepción a cada uno de nosotros nos toca la fibra de una forma también única. De modo que la manera de contar y recibir una historia nos hace únicos en el grupo de iguales. Esto es lo que pienso.
Hace poco, en Hole Fels se han encontrado los objetos artísticos más antiguos (40.000-35.000 años) que se conocen de autoría humana, los más famosos son una flauta y una venus bastante fea, entre otras herramientas. A lo que voy no es a desgranar la prehistoria sino al individuo, a aquél que se le ocurrió por primera vez fabricar una escultura o una flauta. Me da lo mismo que se lo inspirase una forma natural o un encuentro casual con un jilguero, lo que me importa es que "uno" visualizó algo y se propuso materializarlo porque lo creyó necesario. Un tipo ataviado con pieles -probablemente neandertal, mi especie favorita-, apremiado por la supervivencia pura y dura, encontró un par de ratos libres para fabricar dos cositas que no le darían de comer, pero que serían definitivas en el desarrollo del mundo abstracto que estaba empezando a emerger. Y hay que suponer que su grupo no se opuso, no se le acusó de vago soñador; seguramente, lo alentaron a continuar buscando una simbología que para todos ellos tendría un significado, una utilidad. La flauta es la que me parece más fascinante; implica la invención de la música.
Si avanzamos en la historia la conclusión está clara: el mundo ha ido avanzado gracias a la intuición y el ingenio de un solo individuo que tenía una brillante ocurrencia. ¡Y cuántas zancadillas y oposiciones de todo pelaje, según épocas, se ha encontrado cada genial individuo! Después de todo, y siguiendo con según qué épocas, se podrían perdonar entre comillas algunos abusos, aunque no las torturas, los ajusticiamientos y otras condenas, más agresivas con la inteligencia que con el cuerpo, que actuaban contra la mente humana, un auténtico tesoro. No obstante, estos individuos pudieron dejar testimonio de sus sueños y de que vivieron para ellos. ¡Les debemos mucho! Sí, les debemos mucho pero exactamente ¿de qué nos acordamos cuando decimos que les debemos mucho? Porque actualmente parece que las cosas no han cambiado tanto. Nos espeluznamos ante el sufrimiento físico -y con razón-, nos conmovemos ante el emocional pero, ¿cómo reaccionamos ante la negación de la inteligencia?¿Acaso no crea sufrimiento? ¿O ella está en otra categoría?
Desde hace unos años se ha puesto de moda trabajar "en equipo"; en mi época de escolar era una especie de modernez que empezaba tímidamente en los colegios; ahora parece que es lo que se persigue, el objetivo. Esto de trabajar en equipo me hace gracia pero también me repatea los hígados, porque los vagos de remate salen tan beneficiados como los que no los son. Los logros son de todo el equipo, aunque yo no haya dado un palo al agua, porque figura mi nombre. No saber o no querer trabajar en equipo se ha convertido en un error, un defecto imperdonable, y me remito al ejemplo escolar más reciente, el de mis dos retoñas.
El trabajo en equipo creo que sirve -en teoría- para acelerar el progreso, para que nuestras conquistas intelectuales del mundo y calidad de vida sean más rápidas y, supuestamente, beneficien a TODOS, con mayúscula. Sinceramente, me parece una... ¿falacia ad populum, se dice?, porque, cuando "no interesa" se pisa el freno -otra clase crueldad poniendo zancadillas- sin sopesar los perjuicios humanos; simplemente se piensa en “términos económicos” que perjudicarán a una mayoría y beneficiarán a unos pocos. El Señor Spok nos aleccionó en los años sesenta sobre el sacrificio de uno en beneficio de muchos; los capitanes de todas las naves de la Federación lo entiendieron y así lo eligen en sus aventuras, aunque luego salen todos victoriosos, afortunadamente, porque no hay cosa que más rabia me dé como que desaparezca alguno de mis héroes. También incluiré los “términos ideológicos”, ¡por qué no!, los lavados de coco interesados han estado y estarán siempre incluidos en el orden del día. No voy a señalar a nadie. Se vende y se compra, ahora, bienestar material generalizado cuando antiguamente se imponía ignorancia. ¿No es el mismo bicho con distinto pelaje? ¿Quizá no es el mismo bicho más grande? Aquí lo que interesa es dominar, y el progreso humano no se sabe qué lugar ocupa en el escalafón de necesidades reales y honestas. Igual que la inteligencia. Progreso, inteligencia, ingenio.... parece que van perdiendo su significado. ¡Hombre, entiendo que tanto el progreso como la esperanza nos invitan a encontrar y dotar a las mismas palabras con otros significados...!, por cuestiones de evolución, supervivencia, poesía o romanticismo. Esto me parece importantísimo, porque pienso que nos acerca a lo humano. ¡Pero que vayan perdiéndolos... hombre, hombreee!
Me estoy alejando del individuo. ¿Cómo se mide el descontento, por el grueso de la gente o interesándose por la persona? Si me atengo a lo segundo, escuchando al sujeto observo que hay bastante descontento pues casi cada uno, de entre todos, tiene algo por lo que quejarse y suele coincidir en la causa. Pero ¿acaso no esta integrado el grupo por individuos? El problema quizá está en la media: se hace la media de todo, se reducen los problemas con sus matices a uno solo y el problema se diluye, se comparte, se convierte en un problema “de equipo” y ya no parece tan importante; se da una solución media, de grupo, de equipo, se evalúa la aceptación media -llamado grado de satisfacción (¿me equivoco?)- y santas pascuas. Sigue el descontento, pero compartido. Todos los saben; todos lo conocemos; así podemos manejar la impotencia y soportar la insatisfacción, en equipo.
Hoy me duele la espalda, perdonad si no me levanto.
Me quedo pensando en que “lo que no interesa” aparece en muchos campos de la vida, como la farmacéutica, la política, la justicia, la empresa, la ideología... etc. A mí el "no interesa" que más me desgarra es cuando afecta al individuo, ése ejemplar único de humano, tan especial y tan olvidado, el que está afectado y de qué manera está afectado. Todos somos iguales en términos universales, esto no se puede negar ni olvidar; y si hay algo diferente en nosotros, único, es gracias a la diversidad. Pienso que cada individuo que cuenta “su historia” lo hace de una forma única, y su recepción a cada uno de nosotros nos toca la fibra de una forma también única. De modo que la manera de contar y recibir una historia nos hace únicos en el grupo de iguales. Esto es lo que pienso.
Hace poco, en Hole Fels se han encontrado los objetos artísticos más antiguos (40.000-35.000 años) que se conocen de autoría humana, los más famosos son una flauta y una venus bastante fea, entre otras herramientas. A lo que voy no es a desgranar la prehistoria sino al individuo, a aquél que se le ocurrió por primera vez fabricar una escultura o una flauta. Me da lo mismo que se lo inspirase una forma natural o un encuentro casual con un jilguero, lo que me importa es que "uno" visualizó algo y se propuso materializarlo porque lo creyó necesario. Un tipo ataviado con pieles -probablemente neandertal, mi especie favorita-, apremiado por la supervivencia pura y dura, encontró un par de ratos libres para fabricar dos cositas que no le darían de comer, pero que serían definitivas en el desarrollo del mundo abstracto que estaba empezando a emerger. Y hay que suponer que su grupo no se opuso, no se le acusó de vago soñador; seguramente, lo alentaron a continuar buscando una simbología que para todos ellos tendría un significado, una utilidad. La flauta es la que me parece más fascinante; implica la invención de la música.
Si avanzamos en la historia la conclusión está clara: el mundo ha ido avanzado gracias a la intuición y el ingenio de un solo individuo que tenía una brillante ocurrencia. ¡Y cuántas zancadillas y oposiciones de todo pelaje, según épocas, se ha encontrado cada genial individuo! Después de todo, y siguiendo con según qué épocas, se podrían perdonar entre comillas algunos abusos, aunque no las torturas, los ajusticiamientos y otras condenas, más agresivas con la inteligencia que con el cuerpo, que actuaban contra la mente humana, un auténtico tesoro. No obstante, estos individuos pudieron dejar testimonio de sus sueños y de que vivieron para ellos. ¡Les debemos mucho! Sí, les debemos mucho pero exactamente ¿de qué nos acordamos cuando decimos que les debemos mucho? Porque actualmente parece que las cosas no han cambiado tanto. Nos espeluznamos ante el sufrimiento físico -y con razón-, nos conmovemos ante el emocional pero, ¿cómo reaccionamos ante la negación de la inteligencia?¿Acaso no crea sufrimiento? ¿O ella está en otra categoría?
Desde hace unos años se ha puesto de moda trabajar "en equipo"; en mi época de escolar era una especie de modernez que empezaba tímidamente en los colegios; ahora parece que es lo que se persigue, el objetivo. Esto de trabajar en equipo me hace gracia pero también me repatea los hígados, porque los vagos de remate salen tan beneficiados como los que no los son. Los logros son de todo el equipo, aunque yo no haya dado un palo al agua, porque figura mi nombre. No saber o no querer trabajar en equipo se ha convertido en un error, un defecto imperdonable, y me remito al ejemplo escolar más reciente, el de mis dos retoñas.
El trabajo en equipo creo que sirve -en teoría- para acelerar el progreso, para que nuestras conquistas intelectuales del mundo y calidad de vida sean más rápidas y, supuestamente, beneficien a TODOS, con mayúscula. Sinceramente, me parece una... ¿falacia ad populum, se dice?, porque, cuando "no interesa" se pisa el freno -otra clase crueldad poniendo zancadillas- sin sopesar los perjuicios humanos; simplemente se piensa en “términos económicos” que perjudicarán a una mayoría y beneficiarán a unos pocos. El Señor Spok nos aleccionó en los años sesenta sobre el sacrificio de uno en beneficio de muchos; los capitanes de todas las naves de la Federación lo entiendieron y así lo eligen en sus aventuras, aunque luego salen todos victoriosos, afortunadamente, porque no hay cosa que más rabia me dé como que desaparezca alguno de mis héroes. También incluiré los “términos ideológicos”, ¡por qué no!, los lavados de coco interesados han estado y estarán siempre incluidos en el orden del día. No voy a señalar a nadie. Se vende y se compra, ahora, bienestar material generalizado cuando antiguamente se imponía ignorancia. ¿No es el mismo bicho con distinto pelaje? ¿Quizá no es el mismo bicho más grande? Aquí lo que interesa es dominar, y el progreso humano no se sabe qué lugar ocupa en el escalafón de necesidades reales y honestas. Igual que la inteligencia. Progreso, inteligencia, ingenio.... parece que van perdiendo su significado. ¡Hombre, entiendo que tanto el progreso como la esperanza nos invitan a encontrar y dotar a las mismas palabras con otros significados...!, por cuestiones de evolución, supervivencia, poesía o romanticismo. Esto me parece importantísimo, porque pienso que nos acerca a lo humano. ¡Pero que vayan perdiéndolos... hombre, hombreee!
Me estoy alejando del individuo. ¿Cómo se mide el descontento, por el grueso de la gente o interesándose por la persona? Si me atengo a lo segundo, escuchando al sujeto observo que hay bastante descontento pues casi cada uno, de entre todos, tiene algo por lo que quejarse y suele coincidir en la causa. Pero ¿acaso no esta integrado el grupo por individuos? El problema quizá está en la media: se hace la media de todo, se reducen los problemas con sus matices a uno solo y el problema se diluye, se comparte, se convierte en un problema “de equipo” y ya no parece tan importante; se da una solución media, de grupo, de equipo, se evalúa la aceptación media -llamado grado de satisfacción (¿me equivoco?)- y santas pascuas. Sigue el descontento, pero compartido. Todos los saben; todos lo conocemos; así podemos manejar la impotencia y soportar la insatisfacción, en equipo.
Hoy me duele la espalda, perdonad si no me levanto.
Imagen: Google Imágenes (doctorcampana.blogspot.com)
8 comentarios:
Mereces una contestación-diálogo. Te la daré. Pero soy prudente, y sé que el camino hasta hacer visible la misma, es largo. No en vano, no hablas de nada particular, ínfimo o casual: es perteneciente a un género, el que posee una sola especie, Homo sapiens le llaman.
El valor económico del conocimiento, es una honda trampa.
Cuídate.
Não te levantes, cara, mas o teu post está magnífico e irei visitar o teu blog amigo.
Também andei em tarefas domésticas até me chamarem à Escola. Faz calor, muita luz, tempo seco e algum vento...o stress espera-me, ainda com o tema da avaliação de professores!
Ai, Ai o meu herpes labial aí está. Tinha que ser.
Beijo
Espero que tu ciática remita pronto. Si es que la vida sexual (entre la que está incluida poner la lavadora, planchar, fregar, en fin, todo eso que nos jo...) no es buena, digan lo que digan.
Pero al menos hemos sacado en claro tu reflexión.
¡Que te mejores!
Debes renovar el equipo doméstico de le Enterprise o decirle al robot que se encargue el que para eso es de chapa y no fuma. :-)
Me sorprendiste con tu renuencia a leer noticias. Desde luego, cada cual más mala, pero siempre te he visto muy, extraordinariamente informada. Ya ahondaré en ese truco de descarte de titulares negros.
Voy a visitar la Aldea Irreductible
Saludos.
Madre mía, Hipatia.
Pensaba entrar en un pequeño debate, pero encuentro tantos temas que no sé por dónde empezar... El individuo, el grupo, el avance tecnológico, las flauticas prehistóricas... Buff... Me saturo, me saturo, me saturo, piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii (me he saturao).
Trataré de redactar en alguna de estas noches de insomnio un pequeño esquema de mis pensamientos al respecto.
Siempre he pensado que en estos temas tenemos muchos argumentos comunes pero también otros muchos divergentes.
Escribiré algo y te lo enviaré por mail, esperando respuesta. Será divertido. Lo que no puedo decirte es para cuándo será.
Lo de que no veas ni leas las noticias... ya sabes lo que pienso... jeje... Que probablemente eres la única persona de la Tierra que no sabe dónde está hoy Fernandito Alonso. ¡Enhorabuena! Jeje.
Besos.
(Y perdona el tono de mi comentario, nada apropiado para la seriedad de tu texto, pero es que me acabo de levantar de la siesta y todavía no se me ha espesado el cerebro).
PD: Ánimo con esa espalda. Mejora pronto.
Recuerdo mis reuniones de trabajo allá en la vieja Europa. Largas, tediosas, absurdas, pierdetiempo, e inservibles la mayoría de las veces (no siempre).
Trabajo en equipo. Sí, creo que es necesario, pero no llevado a extremos, y como de costumbre, las modas del mundo civilizado llevan a extremos: todo en equipo, por narices, diluir al individuo, el pensamiento individual, la imaginación individual, la búsqueda individual (lo reflejabas muy bien en la luz inquieta). Y cuidado, no te salgas de la media y norma marcada.
Tus letras dan para mucho y largo.
Pensaré sobre ello mientras rasco un rato la oreja de mis perros, con las montañas Mdzimba frente a mí.
Te imagino remando por las habitaciones a las que tienes acceso.... Permíteme que me ria un poco... Espero que por lo menos tengas acceso a la biblioteca.
Besos y cuidate.
Jesús.
Holaaaaaaaaa...
Me sumo a las quejas de mis antecesores. Has tocado tanto tema, que no sé por dónde empezar. Bueno, sí...por desear que hayas mejorado completamente de tu ciática. Y estás perdonada por no levantarte.
Desde luego me intriga tu "desinformación"..muchos "informados" no alcanzan al tacón de tu muleta.
Yo recuerdo cómo en mi pueblo, hace 40 años, "El Caso" era el único periódico que se leía. Ah! y un panfleto que nos daban en la escuela con los progresos del "franquismo". Leo poco la prensa, pero escucho la radio y la tele poquito, fútbol y cine, cada día más me fijo en lo que internet me ofrece. Me interesa más lo que piensan muchos internáutas, como tú y algunos que comentaron aquí más arriba.
Un abrazo.
Me sorprende que os sorprenda! jajaja;
No leo periódicos, ni veo telediarios, es decir no leo noticias diarias. Pero sí leo libros, articulos de Reverte, entrevistas, noticias y artículos sobre ciencia y tecnología, historia y veo mucho cine y documentales; también me descargo las series que me interesan, que suelen tener un reflejo de cuanto acontece.
Gracias a todos por vuestras palabras, por pasar por la nave; me encantan vuestras sugerencias.
La ciática... se va puediendo, jajajaj, va mejor, pero despacio.
Ksss
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